Las arenas correntinas se consolidan como un atractivo turístico en la región y marcan el camino hacia una «temporada histórica». Por ahora, los ciudadanos de Chaco lideran las visitas desde otras provincias.
Los bañistas que asisten a las cinco playas capitalinas crecieron en un 30% de forma interanual. La estadística refleja un franco crecimiento de Capital como destino turístico y anticipa un verano que superará todas las expectativas.
Ayer con una temperatura máxima de 30ºC, los balnearios Molina Punta, Islas Malvinas I y II, y Arazaty I y II, fueron abarrotados por visitantes que buscaban en las orillas del río Paraná un poco de alivio. Otra jornada a pleno, integrada principalmente por vecinos de Capital y ciudadanos de Chaco.
El director de Playas y Balnearios, Adrián Meza, precisó, en una comunicación con diario época, que la asistencia subió entre un 25% y un 30% en contraste con el 2023. «Además de Capital, tenemos una concurrencia de turistas de todas las provincias, principalmente de Chaco para estas fechas. Entre diciembre y febrero, crecen las vistas desde Paraguay y distritos como Buenos Aires, Formosa, CABA», remarcó.
Como ejemplo dijo que entre el 1 y el 7 de noviembre pasaron por las cinco playas 9.703, con un promedio de 1.386 por día. La tendencia demuestra que Arazaty I, en el turno tarde sigue siendo la más concurrida, con más de 4.000 bañistas; le siguen Malvinas II con más de 2.000 y Molina Punta con casi 1.000.
En contraste, en el mismo período de 2023 eran unas 6.790 aproximadamente en las cinco playas, lo que da una media de 970 personas por jornada, según datos del Observatorio Turístico de la Provincia. La perspectiva que arroja estas promesas cifras hacen prever una temporada histórica. Esto se debe a que el incremento se da antes del inicio del verano, período en donde la ciudad recibe mayor afluencia de turistas.
En sintonía con este horizonte, el secretario de Turismo y Deportes de la Municipalidad de Corrientes, Juan Enrique Braillard Poccard, señaló, en plena apertura de la temporada, que uno de los principales desafíos que enfrentará la ciudad es la falta de camas disponibles para alojar turistas.


